29 marzo 2011

La Pili

Me han dado el día, y posiblemente la semana y algo más. A mediodía me han dicho "la Pili se ha ido".


No, no es verdad, a "la Pili" se la han llevado. Se la ha llevado la puta peste del siglo XXI, la maldita enfermedad de la que parece que nadie se salva.


Sé que en mi vida cotidiana dejaré de tenerla presente, como he dejado de tenerla en los últimos diez o quince años, los que llevaba sin verla.

Y no la volveré a ver.

Mañana lloraré en su entierro, murmuraré maldiciones paganas mientras le dedican plegarias de paz eterna y me enfadaré con el mundo entero por permitir tamaña injusticia. Por eso quiero dejar su nombre y su recuerdo grabado en el ciberespacio.


Recuerdo a una niña grande, a una joven guapa. Con esa hermosura sencilla, como toda ella, en la que nada destacaba pero de la que todo gustaba.

Creo que hubo una época en la que me gustó mucho, hace muchos años, cuando éramos todavía adolescentes con algo de acné y sin carné de conducir. Y lo supo, porque nunca se lo dije, mitad por vergüenza mitad por convencimiento de que no me haría caso y otra mitad por el miedo a perder su amistad si pretendía su piel. Y seguro que a ella le valió la pena y a mí también.

La recuerdo amiga de la chica que me quitaba el sueño y la imagino su confidente. ¡¡Cuántas risas a costa de tanta impericia juvenil!!


Sé que tus amigos te adoraban y no me imagino enemigos en tu vida, porque eras de buena pasta y en la buena pasta no cuaja la maldad.


Pili, Pili Sánchez, no te salvarás de que "te pida de salir" cuando nos veamos en el cielo (mi amigo lo intentó y nunca le guardaste rencor). Con los permisos necesarios.


Un beso y muchas lágrimas.

24 noviembre 2010

A ti te lo digo



A ti, que nunca lo entenderás, te escribo esto.

Tú, que nunca sabrás apreciar el olor de su piel sedosa.

A ti, que no eres capaz de oler sus sentimientos, de notar su calor.

A ti, que te crees tan listo y eres tan torpe. Que te crees grande pero tienes el cerebro pequeño.

Tú, que no lo entenderás si lo escribo en poesía.

A tí, que no sabes lo que es la alegría.

Sí, a ti te lo digo.


Te perdiste su pasión, sus ojos húmedos de emoción y sus susurros. Lo cambiaste por su miedo, su llanto de miedo y sus gemidos suplicando tu piedad.


A ti, que prefieres sus temblores de pavor a sus gritos de placer.


A ti, que utilizas tus puños de Mazinger en lugar de acariciar los pechos de Afrodita.


A ti te lo digo. A ti, mierdecita.


A ti que te crees un machote y no eres más que basura.


Tú, que te impones con la voz y si pierdes, con la coz.


A ti te lo digo.


A ti te lo decimos.


Cada vez que le levantes la mano, o bajes el puño, o le grites, o le empujes o simplemente le insultes piensa que millones de hombres te estaremos diciendo "eres un mierda".

Un mierda sin agallas.


Cada vez que lo hagas te diremos "házmelo a mi si tienes cojones", pero no te atreverás.

Cada vez que lo pienses te gritaremos "no eres un hombre, eres un gusano".


Irás al juez y lo negarás, mientras a ella se le cierra la nuez ante tu mirada asesina o tu mirada de cachorro degollado implorando su perdón. Y ella quizás lo haga. Ella quizás te tema. Pero los hombres que sí amamos a las mujeres no te perdonamos, no te tenemos, simplemente te despreciamos.

No eres de los nuestros. Tú no las aprecias, no las amas, no las entiendes, no las deseas.


Así que no nos mires a la cara. Cuando nos veas baja la mirada y con las orejas gachas escucha los millones de voces de hombres (sí, hombres, no eso que tú eres) diciéndote: MUÉRETE.

A ti te lo digo. Pero no lo entenderás. No eres de este mundo.

21 septiembre 2010

29-S Abierto hasta el amanecer


Lo anuncio: este blog no se suma a la huelga del 29-S.


Primero porque sería una chorrada tan grande como que los abuelos también se sumaran y una burrada tan gigante como que los autónomos lo hagan (como si el Estatuto de los Trabajadores fuera con ellos), pero en fin...
Pues eso, que yo me declaro formalmente en no-huelga. Estoy en contra de su convocatoria, de los motivos para su convocatoria y, sobre todo, estoy asustado por sus repercusiones.

Porque salga como salga, será malo para los trabajadores. Veamos:

Si es un éxito, queda debilitado un gobierno que es de izquierdas (sí, sí, de izquierdas), y si cae no vendrá uno más de izquierdas, sino quienes ya conocemos. Y precisamente favorecedores de los trabajadores no son.

Si es un fracaso, el papel de los sindicatos en nuestra sociedad quedará relegado a una especie de prestadores de servicio y asesores laborales sin fuerza negociadora y con una representatividad por los suelos.

Y para conseguir un objetivo perjudicial para los trabajadores, nos piden que cedamos un día de sueldo a no se sabe quien (porque las empresas tampoco salen beneficiadas).

En mi opinión, una mala decisión.

Pero es más. No pienso hacer huelga porque no comparto cualquiera que sea el objetivo. Una huelga general sólo se plantea, en democracia, para derribar a un gobierno o para ganar las elecciones sindicales.

Si es lo primero, conmigo que no cuenten. Decir que el gobierno Zapatero no es de izquierdas es ser corto de miras o corto de cerebro.
¿O la Ley contra la violencia de Género no favorece a las trabajadoras víctimas de violencia machista?
¿O la Ley de Dependencia no favorece a los trabajadores con familiares dependientes a cargo?
¿O la Ley de Igualdad no favorece a los trabajadores para conciliar la vida laboral y familiar?
¿O la subida de las pensiones mínimas (sí, sí, ahora congeladas, pero durante 6 años incrementadas por encima del IPC) no son políticas a favor de los trabajadores?
¿O el famoso "Plan Zapatero", que ha permitido crear muchos miles de puestos de trabajo gracias a inversión pública, no es hacer política a favor de los trabajadores?
Claro que para políticas de izquierdas los tijeretazos por detrás que le metió el gobierno de Aznar al Estatuto de los Trabajadores. Y aquí, NI PÍO.

Si es lo segundo, vomito. Pero mucho me temo que la verdadera razón de la convocatoria es el miedo de cada uno de los sindicatos mayoritarios a perder las próximas elecciones. Quien no plante cara al Gobierno corre el peligro de ser acusado de conformista, entregado, vendido, o traidor de la causa; y claro acojonado uno, el otro le va a la zaga.
Mientras más lo pienso más rabia me da. A mi no me utiliza nadie, ni siquiera el sindicato del que formo parte, para tapar su ineptitud para afrontar una situación compleja para todos.

Pero además, tengo motivos morales para oponerme a la huelga.

En estos momentos, los que necesita la clase trabajadora no es dejar de trabajar, sino todo lo contrario. Ese no es el mensaje.

No podemos decirle a los trabajadores, a los parados, que lo importante, lo que debe motivar la lucha es la cantidad que cobrará cuando lo despidan. NO. Lo importante es lo que cobrará cuando trabaje. No podemos fomentar la cultura del "que te despidan, te den la morterada y a cobrar del paro". Y que nadie me interprete mal, me opongo a la cultura del fomento de la inactividad, no a la existencia de la indemnización.

NO ÉS AIXÒ COMPANYS, NO ÉS AIXÒ

Podría concretar más (la reforma laboral no es tan mala, ayuda a reducir la precariedad laboral, etc.), pero el resumen es que como no pienso donar un día de salario para ayudar a Rajoy y Aguirre a acabar con un gobierno progresista y como no pienso regalar un día de salario para mantener el status quo de los sindicatos (de MI sindicato), el día 29



NO A LA HUELGA

22 febrero 2010

Collons!!

“S’ha d’aprendre a conviure amb l’enyorança, el record i l’amor absent”. Sí, i? Això costa, collons!

Ja ha passat temps i encara no m’acostumo. La seva veu, la seva mirada, la seva pell, les seves olors... Els seus consells, les discussions, els petons i les abraçades.

Ahir vaig tenir una il·lusió: la seva figura caminava tranquil·la, diria que parsimoniosa, com si s’estigués prenent temps per a mirar-me i somriure’m mica en mica, amb el seu silenci cada cop més habitual, amb la seva serenor de qui sap que m’arrencarà un somriure de complicitat.

Però no, va ser un miratge. Al seu costat no anava el seu amor. Aquell cos baixet i feliç que gaudia del passeig vespertí no era ella.

Van ser pocs segons, el justos com per anar d’un pol a l’altre d’aquell brot d’esquizofrènia passatgera. Uns pocs segons de felicitat pel retrobament esperat i de hiperbatec ventricular pel retorn a la realitat.

Sí, això costa, collons!

Ahir tenia ganes de plorar. Vaig tornar a posar “La vitta é bella” per tornar-me a veure de petit, emmirallat en el meu Guido particular, menys pallasso, però igual d’humà, i vaig plorar.

Avui torno a tenir ganes de plorar, i demà les tornaré a tenir. Però s’ha de conviure amb l’enyorança, el record i l’amor absent. I costa, collons! I hem de treballar, i riure, i cuidar dels nostres.

I també plorar. Perquè, passin molts més cinc anys, el trobo a faltar.

I això costa, collons!

Sant Feliu, 22 de febrer de 2010. Quinto año de la derrota.

20 septiembre 2009

PARES

El Juanjo no era habitualment molt expressiu, però l’afecte o l’admiració pels demés no les sabia amagar.

Se li notava quan parlava del Serrat, del González o del Jordi Solé.

Crec que ja he dit que el meu pare em va regalar un exemplar de la Constitució quan es va promulgar.

Se l’havia estudiat de cap a peus i estava entusiasmat amb el que significava.

Per això era un admirador d’en Jordi Solé Tura, també pare: de la Constitució.

Avui, remenant fotos, he trobat aquesta que il·lustra el post.

I la he volgut penjar com a homentage, un doble homenatge.

Llàstima que un no la pugui tornar a veure.

I llàstima que l’altre, ni que la veiés, pogués recordar el moment.

22 julio 2009

Y con humor

Le despertó el sabor y el olor de su sudor, con el corazón latiendo cual Tamboriler del Bruc y con la sensación de haber estado inconsciente media vida.

Al abrir los ojos vió, esparcidos por el suelo, algunos de sus juguetes y cuentos de la infancia: sus muñecas "cochonas", un deuvedé de Los Pitufos, el cuento de La zorra y las uvas y un viejo ejemplar de Príncipe y Mendigo.

No recordaba cómo había llegado hasta ese rincón del trastero, pero tenía la consciencia de haber sentido como caía en un agujero negro, sin fin, y la sensación de vértigo que sintió.

Sopló para alejar la capa de polvo que cubría las muñecas y los cuentos, y los fue cogiendo uno a uno, mirándolos con los ojos entreabiertos, preguntándose porqué esos y no otros. Lo metió todo en una mochila y subió al piso.

Al entrar, el hedor le echó para atrás, y el desorden casi le hace vomitar. "¡Que asco!", se dijo para sí, a la vez que esbozaba una leve sonrisa de pícaro recuerdo.

Sin pararse a poner nada en orden, se sentó en el polvoriento sofá y sacó de la bolsa los objetos que había traído, uno a uno.

Recordaba que quería dejar de fumar, así que aunque estaba un poco ansioso no buscó tabaco. Con las chochona en la mano, se acercó a la cocina y hurgó en los cajones en busca de un encendedor. Encontró uno viejo pero que aún funcionaba y lo encendió; cogió las chochonas por los pelos y las quemó.

Mientras se consumían las muñecas en lo que bien podía parecer un fuego infernal, se entretuvo en releer Príncipe y Mendigo. Al recordar el final feliz para el mendigo, decidió dejarlo y, dibujando una sonrisa en su faz, recogió del suelo el cuento de la zorra.
Era uno de esos cuentos troquelados, con los que los padres tranquilizan a los niños antes de ir a dormir. Rememoró la moraleja y sonrió con asco ante las palabras finales del animal. "¡Que les den!", masculló para sus adentros. Lo rompió en dos y lo apretujó en el infesto cubo de la basura.

Comenzó a recoger "su queli", ordenando lo que había ido esparciendo por doquier. Cuando pensó que ya era suficiente, se sentó en su butaca preferida -de hecho, la única que tenía-. Revolvió en el cajón de lo que pretendía ser una mesita de centro en busca de un cigarro. No había, pero encontró un puro regalado por algún feliz matrimonio, lo que le hizo más gracia aún. Lo encendió y, aunque el humo le rasgaba los pulmones, se esforzaba por no toser.

Con el pensamiento embebido, cayó en la cuenta de que el deuvedé de Los Pitufos había quedado bajo la mesita. Lo cogió con cariño, sonrió a la portada, y lo guardó en un lugar donde no se pudiera perder y donde siempre lo tuviera a la vista. Lo ubicó ordenadamente y, guiñandole un ojo le maulló en tono suave.

Decidió darse una ducha. Entro en el baño, se desnudó y, mirándose al espejo, se sonrió con los ojos.

Comenzaba a recordar como cayó. Y mañana, a pesar de todo, volvería a trabajar. Y con humor.

07 mayo 2009

DE CANALETES AL COLISEO

Porto mig matí pensant en un post llarg, ple de lloances i agraïments per la Glòria assolida.
Però em sortia massa "nyonyo", així que, ronc per l'èxtasi...

VISCA EL BARÇA!!!
VISCA CATALUNYA!!!
VISCA INIESTA!!!!!!!

Si puc... m'en vaig a Roma!!! (ho acabo de decidir)

11 abril 2009

Llueve

Llueve.
Tras la ventana se oyen las gotas rebotar
en el verde jardín,
como lágrimas tristes.

Los sonidos de la casa, llena,
suenan a vacío.

Llueve.

Enviado usando Real Mail de Vodafone.

06 abril 2009

Hasta la bandera

Aixo es fer pais.
Et posen la bandera bretona fins i tot als gelats!

Enviado usando Real Mail de Vodafone.

Tulipanes

Intenté llevarmelos todos, pero me lo impidieron.


Enviado usando Real Mail de Vodafone.

14 marzo 2009

LO QUE MOLA Y LO QUE NO

MOLA

NO MOLA

Los pitufos

Los V

Las pitufas

Las V

La Pitufa

La Zorra

Una noche en vela, hablando

Una noche en vela, llorando

El dolor de culo

Las rampas

Los recuerdos

La distancia. Es el olvido

Las sonrisas

Los morros

La marihuana

Las lipotimias

La hija del Marica

La madre de la hija del Marica

Mis mails

Tus mails

PDL

El fin del PDL

Las estrellas de L’Ametlla

La hipoteca de L’Ametlla

Un día de lluvia

Un día de perros

Que te digan “te quiero” aunque sea mentira

Que sea mentira

Los ojos

Las lágrimas

Los abrazos

Los tortazos

Los kindreds

Los que no saben que son los kindreds

Los gemidos

Los gritos

El pelo

Kaponata

Los que luchan por lo suyo

Los que te quitan lo tuyo

Quien trabaja

Quien vive del cuento

La noche

El despertador

La sinceridad

La duda

El shopping

La crisis

Que leas mi blog

No escribir en mi blog

23 febrero 2009

De nuevo, felicidades. Comencemos la partida

No se me olvida, hombre, no se me olvida. Si me acordé de los 63 a los 65,
¿como se me iba a pasar el seis doble?
Sí, sí, el seis doble. La ficha con la que se empieza a jugar al dominó.
También fuiste tú quien me enseñaste, ¿verdad? No me acuerdo, pero seguro
que aprendí de ti.

Me da rabia olvidar, pero supongo que lo entiendes. Y si te contara en que
tengo entretenido este trozo de materia gris, lo entenderías mejor. Bueno,
no lo sé, quizás me abroncarías de esa manera sibilina que tú sabes. Y
tendrías razón. Pero...

¡¡¡Bueno, que ayer fue día de tristeza, pero hoy lo es de alegría!!!
¡Que corra el cava! (Rondel no, por favor)
Sopla las vela, pide un deseo y si no es muy caro...

Un beso y... FELICIDADES

19 febrero 2009

Hace sol.
Un sol fresco, un aire limpio.
Un buen día para ir allí.
Per no irás. O quizás sí, pero porque hay que ir.
Maldito sol...

03 diciembre 2008

Cuando todo tiene un nombre y no me valen los eufemismos

Dicen que los malos periodistas utilizan los adjetivos para poner énfasis a las noticias que dan.
Pedro Piqueras es un buen ejemplo de esa escuela (lo de buen o mal periodista lo dejo para otro momento, pero trabajando en la cadena que trabaja...); hace pocas semanas le contaron los adjetivos que utilizaba en sus crónicas y sumanban más que las preposiciones.

Y la verdad es que no hace falta adjetivar tanto, cuando todo se puede sustantivar. Todo tiene un nombre, hasta lo que todavía no existe.

A veces nos enfrascamos en largas definiciones de una situación, una emoción o una opinión, cuando todo se puede resumir en una o en unas pocas palabras.

Yo oí de un señor que "tenía la costumbre de no cumplir con sus deudas". Yo a eso le llamo MOROSO.
El "poco dado a esforzarse por encontrar trabajo" se llama GANDUL.
El mentiroso es mentiroso sea cual sea la razón por la que miente. Y no se es mucho o poco mentiroso, sólo se puede ser mentiroso por tiempo indefinido o con contrato temporal.
La ZORRA es zorra, sin más definición.
Los celos son celos, y no "obsesión por la posesión".
Una relación es una relación. No existen relaciones abiertas o cerradas. Si no es cerrada no es relación, así que no caben calificativos.
Amar es amar, se ame como se ame.

Así que, con el moroso a los juzgados.
Con el gandul, al hoyo.
Con el mentiroso..., bueno, allá cada cual. Se puede tolerar, olvidar y hasta perdonar.
Con la zorra ni agua.
Con los celos, paciencia y sinceridad.
Con las relaciones, cuidadín.
Con el amor... si lo supiera no lo diría, que acabaría con la poesía y los poetas.

Y con lo demás, menos eufemismos, menos liantismo y más emoción.

12 octubre 2008

Jacques Brel

La canción es preciosa, pero no hay que perderse los caretos de los amigos del fondo!!!!


09 octubre 2008

30 septiembre 2008

I'll be watching you


Every breath you take
Every move you make
Every bond you break
Every step you take
I'll be watching you

Every single day
Every word you say
Every game you play
Every night you stay
I'll be watching you

Oh can't you see
You belong to me
How my poor heart aches with every step you take
Every move you make
Every vow you break
Every smile you fake
Every claim you stake
I'll be watching you

Since you've gone
I've been lost without a trace
I dream at night
I can only see your face
I look around but it's you
I can't replace
I feel so cold and I long for your embrace
I keep crying baby, baby please

Every move you make
Every vow you break
Every smile you fake
Every claim you stake
I'll be watching you

Eclipse



Era un día de sol espléndido.

Aunque nunca tuvo buen oído, aquellos días era capaz de percibir el rumor del agua y el rítmico cantar de los pájaros.

El sol, del que tanto huyó durante años le bañaba el rostro cada día y le hacía sentir bien, le rejuvenecía la piel y le llenaba de energía para acometer todos sus proyectos y enfrentarse a sus infinitos e interminables problemas.

Aquellas semanas había dejado de leer la prensa y de ver las noticias, y se había concentrado en disfrutar de esos pequeños placeres que la vida le había traído. Se conformaba con oir, tocar, ver...

Y reir. Reía mucho.


Por eso, por no prestar atencon a las noticias, no supo que aquella tarde habría un eclipse de sol.

Ra se fue escondiendo poco a poco, hasta dejar la ciudad a oscuras. Los pájaros parecían haber dejado de cantar. Quizás pensaban que era de noche.

Agudizó el oído, y entendió que los pájaros seguían cantando, pero que ya no le cantaban a sus oídos. Entendió que las canciones eran las mismas, pero el público era otro. Porque en algún lugar el sol seguía estando ahí.


Se sentó a esperar que volviera a salir el sol, pero las tinieblas se hacían eternas.

Se acurrucó para soñar, pero el miedo a la oscuridad podía más, y seguía oyendo el cantar de los pájaros, a lo lejos.

Decidió levantarse y salir a buscar el sol. Preguntó aquí y allá y todo el mundo le daba la misma respuesta: "siempre sale el sol".


Pasaron muchos días y el sol no le iluminaba el despertar.

Supo entonces que nunca lo encontraría mientras buscara el mismo sol que tenía.

Ese se había escondido.

Supo que no volvería a oir los pájaros mientras quisiera oir el mismo canto. Aquel canto tenía otro público.

Pero cuando al girar una esquina veía un rayo de luz y corria a abrazarlo, la noche le envolvía de nuevo. El sol se escondía.


Tenía que aprender a olvidar el sol que le enrojecía por la mañana, a olvidar el canto que le tranquilizaba por la noche. Tenia que aprender a reconfortarse con los rayos de luz de le acariciaban algunos atardeceres y buscar en el corazón de los pájaros lo que le querían decir.


La última vez que le vi estaba volviendo a recobrar el color moreno en su piel, pero las señales de la noche seguían en su rostro. Aún iba al parque a escuchar a los pájaros, y volvía llorando sabiendo a quien cantaban.


Pero volviendo a salir a abrazar a sus rayos de luz.

Como niños

No hay nada como tomarse unas cervezas, unos chupitos y un par de cubatas un lunes por la noche para acabar así:



Bendita Wii.


Vaig a dormir, que demà tindré resaca.

28 septiembre 2008

El Rey

Estoy escuchando Maná (pincha para escuchar):

Yo sé bien que estoy afuera
Pero el día en que yo me muera
Sé que tendrás que llorar.Llorar y llorar.
Dirás que no me quisiste
Pero vas a estar muy triste
Y así te vas a quedar.
Con dinero y sin dinero hago siempre lo que quiero,
Y mi palabra es la ley,
no tengo trono ni reina
Ni nadie quien me comprenda...
Pero sigo siendo El Rey.
Y yo sigo siendo El Rey, El Rey sigo siendo yo..
Una piedra en el camino
Me enseñó que mi destino
Era rodar y rodarRodar y rodar
Después me dijo un arriero
Que no hay que llegar primero
Sino hay que saber llegar.
Con dinero y sin dinero
hago siempre lo que quiero,
Y mi palabra es la ley
no tengo trono ni reina
ni nadie quien me comprenda
pero sigo siendo El Rey.Y yo sigo siendo El Rey,
El Rey sigo siendo yo...

Luxúria i respecte



Estic llegint un article sobre Paul Newman. Tota una llàstima. A mi, que els americans no em van, ni tan sols els que no són republicans, em fa pena. Serà la solidaritat entre els guapos, que fa això, jejeje.

M'ha fet gràcia la resposta que va donar quan li van preguntar quin era el secret per a tenir un matrimoni tan durador amb la seva dóna (50 anys!!): "dosis correctes de luxúria i respecte".

Genial!! És la resposta correcta. És la manera correcta.
Hi pensaré.

PD: Veient la foto desmenteixo les informacions de que som germans!!

26 septiembre 2008

L'observatori



Avui, conduïnt per l'autopista, reflexionava sobre la capacitat d'observació dels humans.

Deia que la capacitat d'observació està desenvolupada en molta gent, però que en canvi no tothom és capaç de processar tota la informació que li arriba per desenvolupar els seus projectes vitals.

Coincidia amb la meva parella de reflexió, en que la manca d'observació fa que algunes persones caminin per un vida monótona, sense incentius.

Però també és cert que, a voltes, la manca d'informació impedeix la infelicitat. Sobre tot en els moments difícils.


És cert que estar atents als detalls, als comentaris, als tons, als moviments, a les mirades, als somriures, als silencis, als gestos involuntaris, a la respiració del dormit o la velocitat dels vehicles produeix una tensió que només si l'estat emocional és positiu pot aportar dosis de felicitat.


En canvi, en els moments de tristor o de conflicte, l'observació aporta una sèrie de dades que si no es processen en els seus justs termes esdevé en una mena de malaltia mental, ni que sigui transitòria.


La gelosia es basa en això, en la percepció de detalls que en altres situacions o passen desapercebuts o es posen al seu lloc del procés mental. Però com que l'estat del gelós no és de centralitat emocional, aquestes dades són mal introduïdes al sistema i el resultat és -no sempre- erroni.

No era de gelos del que volia parlar, però l'exemple m'ha servit (amb el permís dels professionals de la psicologia que pensaran que ni tinc ni punyetera idea del que dic -cert- ni tinc jo el cap massa clar -també cert-).


Avui, envoltat de més de 30 persones, he observat. I l'observació m'ha servit per modular els meus tons i adaptar-los a la situació. Per rebaixar tons vehements, per animar els desanimats, per animar els indecisos i per evitar alguna tensió.


No sé si ho he fet bé, però m'he adonat de que els discursos fora de to, les discussions estèrils, les paraules grandiloqüents i les arrogàncies només eren fruit de la manca d'observació. De no veure què i qui hi havia al voltant.


I el més divertit, amb diferència, és observar l'observador, sabent que t'està observant i que sap que l'estàs observant. Llavors no cal ni paraula. Els somriures ho diuen tot.

El sentit de la responsabilitat

M'ho va ensenyar el meu pare. Ell no ho sap, perquè no ho va fer amb paraules ni discursos grandiloqüents. Ho va fer amb les seves actuacions, la seva forma de veure la vida.

Ho va fer durant la transició, quan jo era petit i em deia que anava a prendre mides a un senyor per fer-li un vestit (el meu pare era sastre) i jo em mosquejava perquè cada dia a la mateixa hora i mig en secret anar a prendre mides... Ara ja sé que anava a reunions subversives de l'UGT i del Partit.

Ho va fer quan el Cesc Baltasar no se'n sortia amb la Generalitat per aconseguir dotacions per a les escoles de Sant Feliu i va posar en peu de guerra les AMPAS de Sant Feliu, malgrat les seves diferències amb el Cesc. Deia que la seva obligació no era fer fora el Cesc, per molt que volgués, sinó que el meu germà i jo tinguéssim una pista de futbol on jugar a l'hora de l'esbarjo.

Ho va fer quan va assumir responsabilitats al PSC. Eren moments difícils, de convulsió interna, baralles, expulsions, denúncies... Però el seu sentit de la responsabilitat el va fer posar-se al front d'un grup de gent amb voluntat de treballar. I no va parar fins que va veure un alcalde socialista a la seva ciutat.

Ho va fer essent regidor. Quasi sense estudis, amb una formació treta de la vida quotidiana, de l'observació, de les lectures històriques i de la seva sempre senzilla però acurada anàlisi del seu voltant, es va presentar (de número 2!!). I les coses van començar a anar d'una manera diferent.

Ho va fer retirant-se a temps. Que vinguin altres. Però sobre tot el seu sentit de la responsabilitat es va palesar quan va seguir currant com a militant de base, amb poques forces però amb coratge i ganes. Com en temps de la transició.

Avui reflexiono sobre això perquè toca. Perquè per fer gran una empresa, una família, un país o simplement una relació cal sentit de la responsabilitat.

Només així podrem ser grans. Només així podrem ser més grans.

Avui toca sentit de la responsabilitat.

Kindred

Os transcribo un comentario a un post de hace un par de años:
"Hace falta algo más que un doble para mantener viva la magia de un grupo tan potente como Queen: Un Kindred Spirit. Alguien capaz de hacerte sentir (no solamente recordar) que el show continuará y que es imposible olvidar el encanto de una voz de la cual más de uno nos hemos llegado a enamorar".
Hoy he encontrado una canción titulada Kindred (pincha sobre el título para escucharla) y he recordado el comentario.
Efectivamente un Kindred Spirit es una alma gemela, en su sentido más amplio.
Es aquella persona que te cubre con su amistad, con su presencia y a pesar de su ausencia.
Es alguien que siempre está ahí, aunque no esté aquí.
Que te lee el pensamiento.
Que sabe lo que eres, cómo eres y te ayuda a ser quien eres.
Alguien que te quiere más de lo que eres capaz de saber, y que sólo desea saber que le quieres.
Que te ayuda. Que te pide ayuda.
En definitiva, es esa persona a quien siempre necesitarás en tu vida, y en tu muerte.
Y que también te necesita, y es capaz de decirlo.
Busca tu Kindred Spirit. En el encontrarás el espejo en el que reflejarte, pero un espejo sincero, como el de la madrastra de Blancanieves. No te defraudará. Quizás te haga llorar, pero no te fallará.
Busca, compara... y no lo devolverás.
PD: por cierto, tengo dos entradas para ir a ver Queen.

25 septiembre 2008

El casarse pronto y mal

(...) ¡Oh, si hubiera quedado aquí el mal! Pero un resto de honor mal entendido que bulle en el pecho de mi sobrino, y que le impide prestarse para sustentar a su familia a ocupaciones groseras, no le impide precipitarse en el juego, y en todos los vicios y bajezas, en todos los peligros que son su consecuencia. Corramos de nuevo, corramos un velo sobre el cuadro a que dio la locura la primera pincelada, y apresurémonos a dar nosotros la última.
En este miserable estado pasan tres años, y ya tres hijos más rollizos que sus padres alborotan la casa con sus juegos infantiles. Ya el himeneo y las privaciones han roto la venda que ofuscaba la vista de los infelices: aquella amabilidad de Elena es coquetería a los ojos de su esposo; su noble orgullo, insufrible altanería; su garrulidad divertida y graciosa, locuacidad insolente y cáustica; sus ojos brillantes se han marchitado, sus encantos están ajados, su talle perdió sus esbeltas formas, y ahora conoce que sus pies son grandes y sus manos feas; ninguna amabilidad, pues, para ella, ninguna consideración. Augusto no es a los ojos de su esposa aquel hombre amable y seductor, flexible y condescendiente; es un holgazán, un hombre sin ninguna habilidad, sin talento alguno, celoso y soberbio, déspota y no marido... en fin, ¡cuánto más vale el amigo generoso de su esposo, que les presta dinero y les promete aun protección! ¡Qué movimiento en él! ¡Qué actividad! ¡Qué heroísmo! ¡Qué amabilidad! ¡Qué adivinar los pensamientos y prevenir los deseos! ¡Qué no permitir que ella trabaje en labores groseras! ¡Qué asiduidad y qué delicadeza en acompañarla los días enteros que Augusto la deja sola! ¡Qué interés, en fin, el que se toma cuando le descubre, por su bien, que su marido se distrae con otra...!
¡Oh poder de la calumnia y de la miseria! Aquella mujer que, si hubiera escogido un compañero que la hubiera podido sostener, hubiera sido acaso una Lucrecia, sucumbe por fin a la seducción y a la falaz esperanza de mejor suerte.
Una noche vuelve mi sobrino a su casa; sus hijos están solos.

-¿Y mi mujer? ¿Y sus ropas?

Corre a casa de su amigo. ¿No está en Madrid? ¡Cielos! ¡Qué rayo de luz! ¿Será posible? Vuela a la policía, se informa. Una joven de tales y tales señas con un supuesto hermano han salido en la diligencia para Cádiz. Reúne mi sobrino sus pocos muebles, los vende, toma un asiento en el primer carruaje y hétele persiguiendo a los fugitivos. Pero le llevan mucha ventaja y no es posible alcanzarlos hasta el mismo Cádiz. Llega: son las diez de la noche, corre a la fonda que le indican, pregunta, sube precipitadamente la escalera, le señalan un cuarto cerrado por dentro; llama; la voz que le responde le es harto conocida y resuena en su corazón; redobla los golpes; una persona desnuda levanta el pestillo. Augusto ya no es un hombre, es un rayo que cae en la habitación; un chillido agudo le convence de que le han conocido; asesta una pistola, de dos que trae, al seno de su amigo, y el seductor cae revolcándose en su sangre; persigue a su miserable esposa, pero una ventana inmediata se abre y la adúltera, poseída del terror y de la culpa, se arroja, sin reflexionar, de una altura de más de sesenta varas. El grito de la agonía le anuncia su última desgracia y la venganza más completa; sale precipitado del teatro del crimen, y encerrándose, antes de que le sorprendan, en su habitación, coge aceleradamente la pluma y apenas tiene tiempo para dictar a su madre la carta siguiente:
Madre mía: Dentro de media hora no existiré; cuidad de mis hijos, y si queréis hacerlos verdaderamente despreocupados, empezad por instruirlos... Que aprendan en el ejemplo de su padre a respetar lo que es peligroso despreciar sin tener antes más sabiduría. Si no les podéis dar otra cosa mejor, no les quitéis una religión consoladora. Que aprendan a domar sus pasiones y a respetar a aquellos a quienes lo deben todo. Perdonadme mis faltas: harto castigado estoy con mi deshonra y mi crimen; harto cara pago mi falsa preocupación. Perdonadme las lágrimas que os hago derramar. Adiós para siempre.

Acabada esta carta, se oyó otra detonación que resonó en toda la fonda, y la catástrofe que le sucedió me privó para siempre de un sobrino, que, con el más bello corazón, se ha hecho desgraciado a sí y a cuantos le rodean.
No hace dos horas que mi desgraciada hermana, después de haber leído aquella carta, y llamándome para mostrármela, postrada en su lecho, y entregada al más funesto delirio, ha sido desahuciada por los médicos.

«Hijo... despreocupación... boda... religión... infeliz...», son las palabras que vagan errantes sobre sus labios moribundos. Y esta funesta impresión, que domina en mis sentidos tristemente, me ha impedido dar hoy a mis lectores otros artículos más joviales que para mejor ocasión les tengo reservados.

El Pobrecito Hablador, n.º 7, 30 de noviembre de 1832

24 septiembre 2008

Las Palabras

(...) En conclusión, los animales, como no tienen el uso de la razón ni de la palabra, no necesitan que les diga un orador cómo han de ser felices; no pueden engañar ni ser engañados; no creen ni son creídos.
El hombre, por el contrario, el hombre habla y escucha, el hombre cree, y no así como quiera, sino que cree todo. ¡Qué índole! El hombre cree en la mujer, cree en la opinión, cree en la felicidad... ¡Qué sé yo lo que cree el hombre! Hasta en la verdad cree. Dígale usted que tiene talento. «¡Cierto!», exclama en su interior. Dígale usted que es el primer ser del universo. «Seguro», contesta. Dígale usted que le quiere. «Gracias», responde de buena fe. ¿Quiere usted llevarle a la muerte? Trueque usted la palabra y dígale: «Te llevo a la gloria»; irá. ¿Quiere usted mandarle? Dígale usted sencillamente: «Yo debo mandarte». «Es indudable», contestará.
He aquí todo el arte de manejar a los hombres. ¿Y es malo el hombre? ¿Qué manada de lobos se contenta con un manifiesto? Carne pedirán, y no palabras. «El hambre, oh lobos –decidles–, se ha acabado: ahogado el monstruo para siempre...» «¡Mentira –gritarán los lobos–: ¡al redil, al redil!, el hambre se quita con cordero...» «La hidra de la discordia, oh ciudadanos –dice por el contrario un periódico a los hombres–, yace derribada con mano fuerte: el orden, de hoy más, será la base del edificio social; ya asoma la aurora de justicia por qué sé yo qué horizonte; el iris de paz (que no significa paz) luce después de la tormenta (que no se ha acabado); de hoy más la legalidad (que es la cuadratura del círculo) será el fundamento del procomún...», etc., etc. ¿Ha dicho usted «hidra de la discordia», «justicia», «procomún», «horizonte», «iris» y «legalidad»? Ved enseguida a los pueblos palmotear, hacer versos, levantar arcos, poner inscripciones. ¡Maravilloso don de la palabra! ¡Fácil felicidad! Después de un breve diccionario de palabras de época, tómese usted el tiempo que quiera: con sólo decir «mañana» de cuando en cuando y echarles palabras todos los días, como echaba Eneas la torta al Cancerbero, duerma usted tranquilo sobre sus laureles.
Tal es la historia de todos los pueblos, tal la historia del hombre... Palabras todo, ruido, confusión: positivo, nada. ¡Bienaventurados los que no hablan, porque ellos se entienden!

Revista Española, n.º 209, 8 de mayo de 1834. Firmado: Fígaro. (M.J. Larra)

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Cuando Dios hizo al hombre... dónde coño puso el botón de reset?

22 septiembre 2008

Ulls


He decidit decorar casa meva amb fotografies d'ulls. No sé del tot bé com ho faré ni com les distribuiré, però intentaré fer una combinació de diferents mirades.
Ja n'he fet una petita recopilació de fotografies de gent amb diferents mirades: intel·ligents, boniques, penetrants, d'infant...
De la mateixa manera que, com escrivia l'altre dia, les veus em produeixen sensacions, m'ericen els pèls o em traslladen a un moment o lloc estimat, les mirades m'impressionen.
Però segurament la mirada que no penjaré serà la que més m'estimo. La mirada dolça i tranquil·la d'un moment dolç. La mirada somrient de qui se sent cuidat. La mirada brillant.

Es lo que tiene

Acabo de recibir un mensaje.
Esta mañana me crucé con un amigo con cara de dormido y le envié un sms en el que se lo decía. Su respuesta -el mensaje que acabo de recibir- es concisa: "la cara es de lunes y de se han acabado las vacaciones".
Le entiendo. Con el fin de las vacaciones llega el fin de la disponibilidad del tiempo, de estar con quien te apetece estar, de pensar en uno mismo... A menudo, con el fin de las vacaciones llega el final de algo especial, y eso suele ser duro. A veces llega con el inicio de las vacaciones y entonces es especialmente duro.
El secreto está en saber cambiar de chip. En saber cambiar de quehaceres, de ritmo, de compañías...
Yo, por primera vez en unos cuantos años, también he tenido una reentreé durilla. Durante las vacaciones el ánimo no ha estado especialmente alto, el ritmo y el sueño era variable, y la mente tenía demasiado tiempo para pensar.
Con la vuelta a la actividad han coincidido nuevas experiencias, la recuperación de sensaciones, el relax tras un día de trabajo... Y eso aporta vitalidad, ánimo y muchas ganas de disfrutar de lo que la vida te va trayendo cada día.
Porque, como decía el poeta (?), lo mejor está por venir. O quizás debería decir que lo mejor ya está viniendo.
PD: acabo de quedar con mi amigo para hacer unas cervezas. ¿Ves? Hoy puede ser un gran día(Serrat dixit).

20 septiembre 2008

Dolents

Ahir van venir els dolents.
Volien fer-me pupa, però no hi era. Només hi ha hagut danys materials.
Si ho haguéssin aconseguit segurament no podria escriure ara mateix aquest post. I estaria encara plorant de la ràbia.
He hagut de dormir fora de casa, perquè els dolents no m'han deixat entrar aquesta nit.

El millor de tot és que he comprovat, un cop més, que tinc gent que m'estima.
Tinc qui m'ha escoltat i m'ha tranquil·litzat, des de la distància i la proximitat. La seva veu serena, la seva capacitat per a pensar em van ajudar en els primers moments de nervis. Sé que si hagués pogut hagués vingut de seguida per abraçar-me.
Tinc qui va posar el seu sofà a la meva disposició per a dormir, si calia.
Tinc qui ha deixat la feina per venir a reparar els danys i donar-me consells pràctics.
Tinc qui m'ha fet el dinar, m'ha vetllat la migdiada i m'ha cuidat la casa mentre jo no hi era. Gràcies, mami.

I tinc qui em va fer passar una nit encantadora, fent-me oblidar que els dolents havien vingut.

Ara tinc son, tinc nervis i estic cansat. I estic emprenyat perquè encara haig de donar gràcies a que els dolents van fer-me poc mal. Els dolents són dolents.

Però sobre tot tinc la gent que m'estima i que a la crida de socors es pregunten si estaré bé.

Us estimo.

16 septiembre 2008

La voz

Hace unos días conseguí recuperar unos vídeos de mi padre.
Lloré por dentro (me quedan pocas lágrimas) al oir su voz. Es voz pausada, tranquilizadora y llena de emoción en los momentos o lugares que le impresionaban.
Es curioso como en el siglo de la imagen, la televisión y la videoconferencia, la voz se convierte en algo capaz de provocar profundas sensaciones.
La voz de Constantino Romero ("señores deportistas, bajen del escenario") nos lleva a Barcelona '92.
La voz de pito de Franco reproduce recuerdos en blanco y negro.
Y la voz de Ana Belén me instala en la dulzura del amor.
Timbre, volumen, tono... Una voz nos puede enamorar.
Las voces enamoran. A veces más que otra cosa.

28 agosto 2008

COMO UN SUSURRO


Como un susurro que recorre la ciudad.
Así me llega el recuerdo de ti.

Una luz que se quiebra en la oscuridad,
un gemido que rompe el silencio.

Como el aire te quiero para respirar
sin tus ojos mi vida no brilla.

Un deseo se apaga buscándote amor,
como una piedra me dejas sin vida.

No puedo dejar de querer,
no quiero cambiarte por nada.
Gritare hasta que salga el sol,
moriré si no estas a mi lado.

Quiero ver lo que tu ves,
y tocar lo que tu tocas,
acariciar toda tu piel
y tenerte en mi boca.

Como la sangre
que no tiene por donde pasar...
así se queda mi vida sin ti.

Una luz que se quiebra en la oscuridad,
una lagrima triste no llega a caer.

A mi lado te siento siempre,
por mi espalda te noto llegar...

27 agosto 2008

Dedicado



Este post es lo que es.

Algo que debí escribir y nunca hice, porque pensaba que no debía y resulta que sí quería.

Algo que no hace falta que escriba porque ya se sabe lo que voy a decir.
Palabras que no hace falta leer porque ya se han oído.
Palabras que no se necesita escuchar para saber que significan.
Palabras que no hace falta tocar porque ya se sabe que tacto tienen.
Palabras que no es necesario oler, porque su perfume es eterno.
Palabras que ya me comí, y cuyo amargor aún perdura.

Palabras que suenan mejor en Serrat, pero que suenan como suenan, huelen como huelen y saben como saben.



Post data...



16 agosto 2008

A Egipto!!


El 29 de agosto me piro a Egipto.
Hacía tiempo que deseaba hacer ese viaje y, mira por donde, en pocos días me veo allí.

No quiero llenar este bloc con todas las aventuras, así que os remito al bloc que hemos creado para la ocasión. No sé si podremos actualizarlo cada día (dependerá de las posibilidades de conexión), pero al menos al regreso habrá algo colgado.

Os espero en Liantes en Egipto (pincha para enlazar).

21 julio 2008

PDL


Buenaaaasss. ¡Buf, cuanto tiempo sin escribir! La verdad es que tanto ajetreo vital me ha dado para escribir mucho, pero entre las emociones y el trabajo mental de asumirlas me han hecho dejarme llevar por la pereza.

Tenía pensando escribir sobre mis 40 años (¡joder! ya los cumplí), sobre mis andanzas con “El clan de los mentirosos”, sobre mis vacaciones o sobre el concierto de Police (vaya bodrio, madre mía). Pero al encender el ordenador siempre encontraba alguna otra cosa que hacer más perentoria o menos cansada.

Hoy no es que sea ningún día especial, pero ha llegado a mis manos un relato, del que me ha gustado en especial un trozo. No es nada extraordinario, pero mira... Así que he pensado que una buena de retomar el blog de manera poco cansada podría ser transcribiendo lo que otro ha escrito.

Prometo intentar no perder el ritmo y volver a plasmar aquí mis pensamientos, conjeturas y paridas vitales.

Hala, me voy a ver CSI.

Aquella mañana se levantó cansado. No había dormido bien y el crujir de sus huesos le recordó que el tiempo pasaba sin perdón. Había pasado mucho tiempo desde que vivía, sólo, en aquella casa de cristal.
Se miró en el espejo, sucio, y vio un rostro triste, con el pelo largo y despeinado. Se apoyó sobre el mármol, también sucio, como estaba el resto de la casa desde aquel día en que la alegría había huido de su existencia. Sopló y decidió lavarse la cara. Al menos que los insectos que ya le hacían compañía no abandonaran sus plácidas guaridas y se le engancharan en los restos de las lágrimas derramadas.

Hizo, como cada mañana desde hacía tiempo, dos tazas de café. Se tomó una y dejó enfriar la otra. Había cogido la costumbre de combinar un café caliente con otro frío.
Se vistió con lo primero que encontró y rebuscó entre los cajones de la mesa un trozo de papel y un lápiz.

Ella le había enseñado a leer y a escribir. Sonrió al pensar que no sólo le había iniciado en el placer de la lectura y en la grafía, sino también a leer en los ojos de las personas, en sus gestos y en sus silencios. Por eso supo que los silencios que le llegaron desde que ella se fue tenían un significado que sólo él sabía comprender.

Empezó a escribir, como tantas otras veces, una carta de amor. Otra carta que sabía nunca llegaría a destino.
Le repitió cuánto la echaba de menos, le pedía perdón sin saber bien porqué, le rogaba que le pidiera que le abrazara, que pusiera sus manos sobre sus senos, que le dijera que le quería.
Le contaba lo que había soñado, siempre con ella en el centro de su delirio onírico, preguntándole si ella también soñaba con él.

Como siempre que escribía, el lápiz se le escapó de entre los dedos y una lágrima diluyó el carboncillo del trazo grueso marcado sobre el papel.
Y como siempre que escribía, rompió en mil pedazos la carta y suspiró renegando de su mala suerte.

Cogió una botella de Johny Fish de las decenas que apilaba junto a la basura desde que la desesperación le llevó a ahogar sus penas en alcohol. Puso en ella otro trozo de papel escrito y abrió el ventanal.
Las primeras olas del día rompían contra las rocas, a poco de la casa. Se zambulló en las aguas frías y nadó. Cuando ya apenas divisaba la silueta de lo que quiso que fuese su nido de amor eterno abrió la mano y dejó que la botella se alejara siguiendo el curso de la corriente del mar.
Otra botella más. Otro mensaje más. Un papel sencillo, como él, con sólo dos palabras escritas: “TE QUIERO”.

02 marzo 2008

Mi niña

Yo tengo una hija que ha nacido en esta tierra, en mi tierra, en su tierra.
Una niña que crece feliz porque sus papás tienen trabajo, una vivienda digna y ella una educación también digna.
Una niña que puede ir al médico gratis, igual que su amiga que vive en un pequeño pueblo del occidente español. También es feliz, a pesar de que sus padres decidieron que fuera a una escuela pública, donde el dinero no hace diferentes a los niños, y donde todos tienen las mismas oportunidades, con independencia del color de la VISA de su padre, del color de su piel o de la fe que profesan.

Yo quiero que mi hija crezca en un país en el que no se siembre la discordia y en el que la lengua que hablas no te haga parecer raro.
Yo quiero que mi hija vaya a la Universidad y que tenga acceso a una beca. Quiero que si puede, pueda.
Quiero que si trabaja de funcionaria no le congelen el sueldo y que si gana mucho dinero, pague muchos impuestos. Y que si gana poco, tenga derecho a una vivienda digna.
Quiero que viva en un país donde ser mujer no sea un impedimento para crecer, un país donde se luche por romper las barreras de la discriminación y la violencia. Donde ser mujer no sea un peligro para su integridad.
Quiero que si se enamora de una camarera nacida en otra parte del mundo, con otro color de piel y con otro acento, no sienta vergüenza porque unos politicastros de mierda piensan que su amada no sabe hacer bien el café.
Y quiero que si se quiere casar, pueda. Y si no se quiere casar, también pueda.
Quiero que si su tiene o adopta un hijo con alguna malformación, la ciencia estudie como sanarle, sin que la hipócrita moral de los obispos se lo impida. Y que si quiere abortar, lo haga.
Pero quiero que viva tranquila porque si a su padre le hace falta ayuda cuando sea mayor, la tendrá, y no dependerá exclusivamente de ella. Que cuando se jubile o se quede viuda, tenga una pensión más que digna.

Yo no quiero que a mi hija le enseñen la palabra de Dios en la escuela, porque esa palabra la tiene que sentir dentro de ella. No quiero que viva en un lugar donde los curas mandan en el Gobierno.
Yo no quiero que mi hija viva en un país que fomente la guerra y no busque la paz.
Yo no quiero que mi hija viva en el país de las mentiras.

Mi hija todavía no puede decidir el destino colectivo de su país. Pero yo si puedo.
Y yo puedo evitar que vuelvan los tiempos de la guerra, de la mentira institucional, del enfrentamiento, del odio, de la discriminación, de la xenofobia política, de la brecha social, de la universidad de élite, de la sumisión al poder americano.
Yo puedo hacer que sigamos avanzando.

Por eso yo, el día 9 iré. No quiero que ellos vuelvan.

28 agosto 2007

Repuesta a la carta abierta de "L@s Macarras de la moral"

"Amigo" CC,
he leído atentamente la carta que me dedicas en tu blog. Debo reconocerte que entiendo las razones por las que has dejado que la bilis impregne tu teclado: el amor tiene estas cosas, y cuando uno no es capaz de decir "te quiero" a quien se debe, se acaba diciendo "te odio" a quien se admira. Y que conste que lo de la admiración no lo digo yo, sino que se deduce de la "envidia" y la voluntad de imitación que reconoces haber tenido hacia mi.
Pero lejos de halagarme, me da pena.
Me da pena que no seas capaz de tener principios políticos, que te den envidia los buenos estudiantes, los que somos dialogantes, curiosos y responsables, en definitiva, las personas con capacidad de razonar. Porque eso es lo que no haces, razonar. Pero, repito, serán las cosas del amor.
Bendito amor que te anula las neuronas y te contagia la inutilidad, que te hace repetir como un loro los palabros que pretenden justificar la incapacidad para sobrevivir en esta selva aun viviendo en una urna de cristal.
En algo sí que te daré la razón: he tenido la suerte de cruzar mi vida con gente que me ha querido, incluso de manera especial y durante lustros, con gente que me quiere, a quienes quiero, que me son leales y no me utilizan. Quizás sea la envidia que has reconocido haberme tenido durante veinte años la que te hace pensar que ahora soy lo que tú ves en el espejo cada mañana cuando te peinas.
Quizás sea un cobarde (en la mili nunca confiaron en mi para ganar la guerra), pero no lo es menos quien reconoce que no sabe que me diría si me tuviera delante. Y doy fe de que no lo sabrías, porque cuando tuviste la oportunidad (sí, ese día en que te "pillé" en el intento de uno de tus diversos encuentros furtivos) saliste corriendo. Ciertamente, una actitud valiente (por cierto, ¿has tenido los cojones de "confesar"?).
Mira, hay una cosa en la que nos parecemos, con nuestro "savoir faire" hacemos la vida más fácil a las buenas gentes de risa fácil.
No seré yo quien positivice mis dotes de persuasión, pero éstas sólo las utilizo con personas adultas. Quizás tú deberías hacértelo mirar.
Inseguro. Por supuesto. Quien tenga la seguridad de ser un compañero perfecto, un padre perfecto, un amigo perfecto o un cantante perfecto, no es más que un perfecto gilipollas.
Rencoroso. Bueno, teniendo en cuenta lo que dices de mí, después de considerarte mi amigo (algo que, sinceramente, nunca ha sido recíproco), no tienes altura moral para hablar del rencor que pueda sentir (por otra parte, inexistente, te lo aseguro).
Y lo de hipócrita, no tiene desperdicio. Que me digas eso justamente tú, que has intentado reventar un proceso ya de por si complicado, presentándote como la lealtad personificada mientras engañas a quien tienes a tu lado, ya es suficiente para dejar patente que formas parte del clan de L@s macarras de la moral.
Comprenderás que no conteste a los diversos porqués que me planteas (yo tengo más respeto por la gente que me importa), pero quizás encuentres alguna respuesta si tú te haces las mismas preguntas. No hace falta que me las dés, en realidad me importa un pimiento si la odias, si le has hecho daño o si la has maltratado (bueno, esto último me indignaría un pelín).
Yo también te deseo suerte en tu nueva etapa (¿ya es oficial o te sigues escondiendo?). Te deseo un final feliz, lleno de deudas, con visitas los fines de semana alternos (ep! no hagas nada para intentar escaquearte, que queda feo) en los que tu hija te explique lo bien que se lo pasa con su madre y con aquel novio que tuvo en la pubertad y al que dejó porque se enamoró de otro un verano. Y te deseo que, por fin, superes la crisis de los 18.
Para acabar, que sepas que no te he sacado de mi vida (ya sé que es lo que sueles recomendar a los demás que hagan), pues nunca habías entrado. Sólo espero que no te acerques a mi vida lo suficiente como para que te tengas que preocupar.
Se despide de tí quien nunca fue tu amigo y acertó, pues los amigos están para ayudar y no para aprovechar los momentos de dificultad para intentar "pillar cacho".

25 abril 2007

Dejadme que hable de Manolo

Ayer vi a Manolo contento. Manolo es un tío serio, en el sentido amplio del término. Se ríe de los chistes, cuenta algunos, aunque su experiencia es tan vasta que prefiere contar batallas, pero nunca cuenta cuentos. La última vez que lo vi tan contento fue el 14 de junio de hace cuatro años, cuando vio cumplido un sueño que durante muchos años compartió con decenas de personas, de compañeros de lucha.
Pero ayer no estaba contento por los demás, lo estaba por él. Porque ayer se hizo público que había sido merecedor del Premio Primer de Maig. No sé si irá con corbata a que el President Montilla (¡uno de los suyos!) le entregue el galardón, pero ese es un detalle sin importancia porque la elegancia de Manolo va con él. Porque Manolo es elegante (¡¡y galante!!) cuando se viste para la boda de sus hijos, cuando lleva el pin de los que han sido concejales de su Ayuntamiento, cuando lleva el mono de la SEAT o cuando lleva unos pantalones viejos embadurnados de cola de la de pegar carteles con la foto de otro.
Manolo sabe quién es, pero nunca se hace notar. Manolo es de esos tipos que sirven para un roto y para un descosido. Sirvió para rellenar las listas en las primeras elecciones municipales de la democracia; sirvió para ser uno de los tres concejales de la siguiente (y lo pasaron realmente mal); sirvió para presidir el Comité de Empresa de SEAT; sirvió para volver a ser concejal, para dejar de serlo y para ir el último.
Manolo es de esos tipos que se levantan a las cuatro de la mañana para ir al taller de prensas, para coger el megáfono en una huelga, para pactar despidos, para montar elecciones sindicales, para presidir una asociación de vecinos o para ir al entierro de un viejo amigo. Porque Manolo es de esos tipos que sirven para currar y que curran. Es de esos tipos catalano-extremeños que siguen levantando este país, de los que sin complejos reconoce los titulitos de los demás, pero que no le amedrentan.
Por eso, el Premio Primer de Maig es el mejor reconocimiento que se le puede dar a Manolo. O al Guerra, como siempre le hemos llamado.
Algún día, antes de que se retire del todo (cosa que dudo, conociéndolo), la gente que tanto hemos aprendido de él, de sus buenas formas (aunque no os recomiendo verlo enfadado, ¡buf!), de su disposición y sobre todo de su inagotable energía y vitalidad, le tendremos que hacer nuestro homenaje.
Entre tanto, dejadme que hable de Manolo.
Entre tanto, Manolo, déjame que siga diciendo aquello de "los más veteranos, como Guerra…".
Y entre tanto, Guerra, sigue luchando por los demás. Sigue trabajando para que los sicarios del mal no vuelvan a hacer daño.
¡SALUD, COMPAÑERO!

12 marzo 2007

Se busca un niño


No diré gran cosa. Tampoco confío en que sirva de nada, pero sólo de pensar que hay un niño de 7 años, como mi hijo David, que puede estar en peligro, me revuelve las tripas.

El niño de la foto desapareció ayer en un pueblo de Gran Canaria mientras jugaba en la calle con sus primos.

Si sonara la campana y lo ves, por favor, llama a la Policía. Yeremi Vargas tiene asma, es pequeño, inocente y frágil.

Y si alguien lo tiene retenido y ha llegado hasta este post, por favor, déjalo libre.


Pincha aquí si quieres ver la noticia. Y, si puedes, difundela entre tus contactos. Aunque parezca poco, algo es algo.

22 febrero 2007

Happy Birthay, Oldfather!


¡Hola viejo! ¿Dónde andas metido?

Esta mañana, al levantarme (ya sabes lo mucho que me cuesta hacerlo) he tenido la impresión de que hoy era un día especial. ¡Claro! Hoy hace dos años que me dijiste adiós. Bueno no dijiste nada, te llevaste tus pensamientos y tus sufrimientos, en silencio, como es normal en ti. Todo para no hacernos sufrir. ¡Ay, madre!

Y en todo este tiempo tampoco has dicho nada. Estás ahí, en la pantalla de mi ordenador, en primer plano, sonriente, con tu nieto en brazos, pero no articulas palabra. Sí, ya sé que a veces no hace falta, que el brillo de tus ojos ya dicen suficiente, como me lo dijeron aquel día en que vi como los cerrabas un poco, luego para siempre. Pero es que me gustaría tanto oir tu voz. No quiero olvidarla, como no quiero olvidar nada, absolutamente nada de lo que hemos vivido, compartido, discutido, sentido y callado, a veces sin palabras, con sólo una mirada, con sólo una sonrisa.
Creo que sólo te dije una vez que te quería y no sabes como me duele no haberlo hecho más. Fue aquel día en que me pediste perdón, el día en que descubrí que mi padre era humano, que también se equivocaba, que también discutía y se enfadaba con su pareja, que también tenía problemas y no siempre se sabía controlar. Sólo fue una vez, pero me sirvió para toda la vida, y me servirá para ser mejor, no lo dudes.

¡Pero fueron tantas las veces que me dijiste lo que me querías con esos ojitos que nunca volveré a ver brillar! Tú también sabes lo mucho que te quiero, ¿verdad?

Supongo que ya sabes lo de la Plaza Falguera y todo eso. ¡Jolín! Juan Antonio nos hizo una jugada el día de su elección como candidato, al recordarnos quien le puso tanto ahínco a la remodelación de la plaza. Ah, claro, que no te lo he explicado: lo hemos vuelto a elegir, faltaría más. Aquel día sólo faltabas tú para defender su candidatura diciendo aquello de “lo conozco desde que era así”, “como si fuera mi hijo…” (je, je, ¿recuerdas que te dije que si era como tu hijo, yo ya tenía otro sobrino?).

Por cierto, ayer me dijo una amiga que le enviciaban los pinchos y le prometí que este octubre se comería los mejores que se pueden hacer. Pero no conté con que a lo mejor no estás, así que recuérdame que hablemos del tema antes de la Festes de Tardor y ya veré como lo hago.

Hace tanto que no nos vemos que se me acumulan las noticias. Intentaré ir a verte al chiringuito ese en el que te metimos y en el que sé que ya no estás (pero como no tengo más señas…), y te sigo contando las anécdotas del Comité de Campaña (hay cosas que no cambian, padre), como están los niños, com está mamá y todo eso.
Y tú, mira de escribir o envía un SMS. Necesito saber de ti, y que me des unos cuantos consejos (es que cuando te explique…).

¡Ah! Que no se me olvide: FELIZ CUMPLEAÑOS (¡¡ya son 64!!)